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FOTOGRAFÍAS

 

Para desplazase a través del desierto utilizan dromedarios, debido a que el clima del desierto del Sahara es un clima árido ya que prácticamente no llueve, por esta razón existen pocas masas de agua a su alrededor. Estos animales resultan irremplazables en el desierto, ya que pueden recorrer hasta 50 kilómetros en un día y permanecer varios días sin tomar agua, con sólo alimentarse de comidas jugosas. Las hembras de los dromedarios dan leche, que sirve de alimento, y los excrementos se utilizan como combustible.

 

Las viviendas en el desierto tienen que ser capaces de permanecer frescas porque son lugares con temperaturas muy calientes, además las casas deben ser bajas para refugiarse mejor del viento que hay en el desierto.

Sus casas, tiendas confeccionadas con pieles cosidas, se sostienen sobre maderos y están profusamente decoradas con motivos geométricos.

La tienda es identificada con el matrimonio y el hogar. La mujer debe fabricarla, con pieles o tejidos de cestería y ella es su propietaria.

 

Los tuareg se visten con largas túnicas que apenas los defienden del frío. Por las noches se cubren con mantas y beben mucho té para calentarse ya que el clima del desierto se basa en días calurosos y noches frías.

Generalmente usan colores oscuros porque retienen mejor la humedad cuando ésta está mojada y esto les ayuda a estar frescos durante los días de altas temperaturas, característicos del clima predominante África. El turbante, al pasear por las dunas se usa negro ya que al mojarlo y enroscarlo en la cabeza, tarda más en secarse que uno blanco, mantiene la sien húmeda y así se previene de insolación. Si fuera blanca se seca rápido, se vuelve aspera y no protege de los rayos solares. 

Debido a que el relieve del Sahara está compuesto principalmente por planicies extensas y dunas de arena (debido al viento que sopla y a la erosión de lo que antes era roca) estos suelos son poco fértiles, de modo que para conseguir el alimento que se compone principalmente de dátiles, leche y sus derivados, la carne más ocasionalmente, y los cereales, intercambian cosas con los pueblos agricultores más cercanos en los cuales suele haber oasis en los que se pueden llevar a cabo la agricultura. En la actualidad el plato diario es un potaje de mijo.

Venden la sal que recogen en las zonas en las que la evaporación del agua salobre deja la preciada sal, y a cambio obtienen maíz, mijo y telas. La sal ayuda a retener el agua del cuerpo y a soportar el calor en mejores condiciones

Las mujeres son las encargadas de partir, todas las mañanas, hacia los pozos de agua, que son los importantes recusrsos de aguas subterráneas que podemos encontrar en el Sahara de los cuales beben las poblaciones cercanas  distantes algunos kilómetros del campamento. Del mismo pozo se abastecen varios grupos de pobladores, de manera que es necesario esperar turno hasta el momento de poder sumergir los grandes bolsos de cuero con los que levantan hasta 40 litros de agua.

En esta imagen podemos observar un relieve menos accidentado que en el resto de las fotografías por lo que podemos deducir fácilmente que este pueblo se encuentra en la arte noreste del Sahara, abasteciéndose de un recurso de aguas subterráneas.

El clima seco del desierto y su escasez de masas agua provoca que estos pueblos nómadas deban estar en constante movimiento para sobrevivir, de modo que a lo que se dedican hasta en su tiempo libre es a crear cosas o realizar actividades que les ayuden a superar las difíciles condiciones de vida.

Las mujeres tienen autoridad en el campamento, ya que el hombre está frecuentemente ausente, en sus actividades como pastor, comerciante o guerrero. Generalmente la mujer sabe escribir y es más instruida que su esposo, participa en los consejos y asambleas del linaje y es consultada en los asuntos de la tribu. Es la encagada de recoger el agua y de fabricar la tienda que es su hogar.

 

Deben llevar una vida nómada, trasladándose de un lugar a otro con el fin de proveer de pastos a sus rebaños y de agua para su gente y sus animales, ya que debido a las altas temperaturas que podemos encontrar en el Sahara encontramos pocas fuentes de agua y poco pasto para el alimento del ganado.

Tienen distintos tipos de ganado que van desde ovejas y cabras hasta camellos, viven con los productos que obtienen de estos. Estos distintos productos (leche, carnes, pieles y cueros, queso…), son consumidos por los miembros del grupo a modo de subsistencia o son intercambiados por productos secundarios o por dinero en metálico con otros pueblos. Están especializados en la ganadería, por lo tanto no tienen otro modo de conseguir alimentos. Nunca se quedan más de unos pocos meses en un mismo lugar, semanas en muchas ocasiones.

Durante su tiempo libre los tuaregs se dedican a realizar actividades relacionadas con la artesanía algo que hacen para que los objetos construidos les ayuden a superar las difíciles condiciones de vida. 

Los utensilios elaborados de la vida nómada, son producidos por la propia sociedad tuareg a partir de los recursos que ofrece su medio natural. A parte de los metales también trabajan el cuero y la madera. La piel de cabra sirve para la confección de la mayoría de los accesorios de la vida nómada: el toldo de la tienda, las mantequeras, los recipientes para sacar agua del pozo, los numerosos tipos de bolsas, los almohadones, etc. El trabajo de la madera es una actividad reservada a los hombres. A pesar de su relativa escasez esta materia prima forma parte también de los fundamentos de la cultura material tuareg, incluso aunque su explotación esté reglamentada y tenga un precio. El conjunto del material de la tienda (las estacas, los aros de la tienda...) es de madera, así como los utensilios de madera.

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